Desde los primeros años del Virreinato, el territorio correspondiente al

actual departamento de Ica fue una importante zona productora de uva,

vino y aguardiente.

Se distribuyó en diferentes pagos, porción de tierra regado por un canal, los principales fueron: Mochicas, Quilloay, Chachajaya, Chirana, Palpa, Pariña, Tacama, Chavalita, Pongo, entre otros. Los primeros viñateros fueron los fundadores de los centros poblados, ellos recibieron solares y tierras en compensación a los esfuerzos desplegados en el proceso de la Conquista. En Ica se instalaron desde pequeñas haciendas que tenían plantadas de 50 a 100 parras de vid,hasta grandes haciendas que tenían cultivadas de 10 mil a 40 mil parras.

El excedente de la producción de vino de todos los pagos eran transportados al puerto de Pisco, para después ser llevado en barco hasta el Puerto de Arica y de ahí transportado hasta el centro minero de Potosí, principal mercado consumidor de la época.

 

También se realizaba el traslado por tierra, la ruta más usada era la de Nazca, Cuzco y el Alto Perú.

La erupción del volcán Huaynaputina, entre febrero y marzo del año 1600, alteraría negativamente los niveles de producción de Arequipa, considerada en el primer siglo del Virreinato en la principal zona de producción, para dar paso al incremento de la producción de las actuales provincias de Chincha, Pisco, Ica, Palpa y Nazca. Desde ese momento y hasta la actualidad, Ica es la principal región vitivinícola del Perú.

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